En este artículo voy a adentrarme en la psicología de parejas y proponer un experimento que explore las dinámicas conflictivas en las relaciones de pareja, inspirado en el trabajo pionero de John y Julie Gottman [1], quienes identificaron cuatro patrones de comportamiento que predicen con precisión el colapso de una relación. Estos patrones, conocidos como los cuatro jinetes del apocalipsis, son: la crítica, el desprecio, la actitud defensiva y la táctica de cerrojo (stonewalling).
- Crítica: Va más allá de una queja puntual y ataca el carácter de la otra persona.
- Desprecio: Implica actitudes de superioridad moral o desdén hacia la pareja, lo que erosiona la conexión emocional.
- Actitud defensiva: Un mecanismo de autoprotección que evita asumir la responsabilidad, contribuyendo a la escalada de conflictos.
- Táctica de cerrojo (stonewalling): Ocurre cuando uno de los miembros de la pareja se retira emocionalmente y deja de responder a las interacciones, lo que impide la resolución de problemas.
La subjetividad en el conflicto de pareja
Por su propia naturaleza, una relación de pareja implica un alto grado de subjetividad en la interpretación de los eventos y en la percepción de los problemas. Como señala la literatura sobre psicología del conflicto, las relaciones románticas están marcadas por sesgos cognitivos como el sesgo de confirmación, donde los individuos tienden a percibir y recordar los eventos de manera que confirmen sus creencias preexistentes (Holmes & Murray, 1996)[2]. Asimismo, los recuerdos de las interacciones conflictivas pueden verse distorsionados debido a la naturaleza de las falsas memorias, un fenómeno ampliamente estudiado en psicología (Loftus, 2003)[3]. Estos factores complican la posibilidad de obtener una visión objetiva sobre la raíz de los problemas en la pareja.
En los experimentos llevados a cabo por los Gottman en su famoso «Love Lab», los investigadores observaron a parejas en un ambiente controlado que simulaba un entorno hogareño, grabando y analizando sus interacciones. No obstante, fuera de un laboratorio, es difícil replicar tales condiciones de observación objetiva. Cuando se requiere una evaluación externa, ésta suele basarse en los relatos de los miembros de la pareja, los cuales están sujetos a las limitaciones ya mencionadas: diferencias en la capacidad de expresión emocional, sesgos perceptivos y distorsiones en la memoria.
Comunicación digital: una ventana objetiva a las dinámicas de pareja
Una posible solución a este problema de subjetividad es analizar la comunicación digital entre los miembros de la pareja, particularmente las conversaciones mantenidas a través de aplicaciones de mensajería instantánea. Al utilizar mensajes escritos, los sesgos en la expresión verbal y las diferencias de habilidad comunicativa se minimizan. Además, muchas aplicaciones permiten la exportación de historiales completos de conversación, proporcionando un registro objetivo que puede analizarse para identificar patrones de interacción y posibles «puntos críticos» en la comunicación de la pareja.
El papel de los Modelos de Lenguaje en el análisis de conflictos
En este contexto, surge la posibilidad de utilizar modelos de lenguaje grandes (Large Language Models, LLMs), como los desarrollados por OpenAI[4], Google[5] o Anthropic[6], para analizar estas conversaciones escritas. Dado que los LLMs pueden procesar grandes volúmenes de texto y detectar patrones lingüísticos, podrían ofrecer una evaluación más imparcial y basada en datos sobre los problemas en la comunicación de la pareja. Estos modelos tienen la capacidad de identificar los comportamientos asociados a los cuatro jinetes, tales como el uso repetido de frases críticas o la manifestación de actitudes de desprecio.
El análisis automatizado permitiría detectar dinámicas conflictivas de forma más sistemática y menos sesgada que una evaluación puramente humana, ya que los LLMs no están sujetos a los sesgos cognitivos inherentes en los seres humanos. Sin embargo, se debe considerar la limitación de estos modelos en cuanto a la interpretación del contexto emocional y la riqueza de las interacciones humanas. Si bien los modelos de lenguaje pueden identificar patrones repetitivos, su capacidad para comprender la complejidad emocional subyacente a esos patrones aún está en desarrollo.
Conclusión y futuras investigaciones
El uso de LLMs para analizar las interacciones escritas entre parejas abre nuevas vías para la investigación y la intervención en la terapia de pareja. Aunque la observación directa en un entorno controlado, como el Love Lab de los Gottman, sigue siendo ideal, el análisis de los registros de chat ofrece una forma menos invasiva y más accesible de identificar los problemas subyacentes en una relación. Futuros estudios podrían enfocarse en validar la precisión de los LLMs para identificar los cuatro jinetes en diferentes contextos y explorar cómo esta tecnología podría integrarse en programas de intervención terapéutica.
Referencias
- Gottman, J. M., & Silver, N. (1999). The seven principles for making marriage work. Harmony.
- Holmes, J. G., & Murray, S. L. (1996). Conflict in close relationships. In E. T. Higgins & A. W. Kruglanski (Eds.), Social psychology: Handbook of basic principles (pp. 643-664). Guilford Press.
- Loftus, E. F. (2003). Make-believe memories. Scientific American, 277(3), 70-75.
- OpenAI. ChatGPT. https://chatgpt.com/
- Google. Gemini. https://gemini.google.com/app
- Anthropic. https://claude.ai