El humor negro, con su capacidad de hacer reír sobre temas serios o tabúes, pisa un terreno resbaladizo. Es sabido que un mismo chiste puede provocar indignación en una persona y carcajadas en otra…
Vaya manera más rara de comenzar el artículo de un modesto blog dedicado a menesteres técnicos. El caso es que vengo dándole vueltas a una conversación sobre el papel del humor negro en nuestra comunidad. En ella discutimos si ciertos chistes promueven estereotipos que sustentan la violencia social, simbólica o psicológica en nuestra sociedad.
Depende del contexto, dicen. Y es verdad que casi todo depende del contexto. En tal caso, en este país, siempre estaría mal bromear sobre el maltrato a mujeres, habida cuenta de las decenas de casos de violencia de género registrados al día. Solo en el 2022 se registraron en España 32,644 casos, según el INE.
También depende de la intención del cómico. Está claro que los hay bien intencionados. En tal caso cabría preguntarse si una intención benévola garantiza la ausencia de consecuencias dañinas.
Pero, desde una perspectiva psicológica, el humor, del tipo que sea, tiene beneficios innegables. La risa puede reducir el estrés, fortalecer los sistemas inmunológico y cardiovascular, y mejorar la resiliencia personal. ¿Qué hacemos entonces? ¿Prohibimos bromas susceptibles de causar daño?
No hace falta, para eso tenemos a GPT (de ahora en adelante Gepeto) y su séquito de modelos generativos. Le voy a pedir que haga un análisis de sentimiento de una lista de chistes. Un análisis de sentimiento es una técnica que permite determinar si un texto es positivo, negativo o neutral. En este caso, le diré que clasifique el grado de ofensa de los chistes por estos tipos:
- Racismo
- Religión
- Etnicidad
- Género
- Orientación sexual
- Discapacidad
- Apología de la violencia
- Libre de ofensa
Antes recopilo tres centenares de chistes de un par de sitios web mediante técnicas de scraping, y los vuelco en una base de datos. A continuación, a través de su API, paso las instrucciones a Gepeto IV. En concreto empleo la versión gpt-4-1106-preview, que supuestamente será la sucesora de la versión. A quién le interese puede consultar el código en el repositorio del proyecto.
No siempre se da el caso, pero esta vez tengo que felicitar a Gepeto: su análisis es consistente y preciso. Tanto es así que me motiva a desarrollar una aplicación web.
Joke-O-Meter
Su funcionamiento es sencillo. De entrada nos presenta una pila de 20 chistes convenientemente barajados, con la intención de que deslicemos el chiste a la derecha si nos hace gracia o a la izquierda si no. Al finalizar nos «entrega» la tarjeta del personaje que más se ajusta a nuestro sentido del humor. En el reverso de la tarjeta se esconde el arsenal de chistes ofensivos que hemos valorado positivamente.
El algoritmo encargado de seleccionar los candidatos asegura una distribución equitativa de los tipos de chistes malvados, y reserva un porcentaje fijo para aquellos libres de ofensa. De esta manera se garantiza opciones para todos los gustos, que nadie diga que solo le han tocado cartas malvadas.
Como experimento social, la aplicación ofrece la posibilidad de compartir el resultado con el resto del mundo. De esta manera, por un lado se puede comprobar si el sentido del humor de un individuo es compartido por otros. Y, también, hasta qué punto nos atrevemos a compartir ciertos chistes.
Ha sido divertido, lo reconozco. Muchas gracias a las amigas y amigos que me habéis inspirado. Y, por supuesto, a Gepeto. https://jokeometer.com.