El artículo del mes pasado me dejó con ganas de indagar más sobre el asunto de los géneros músicales. En vez de preguntar a Gepeté por los géneros más famosos, ¿por qué no utilizo mis propios datos? Dispongo de una base de datos con más de cuatro millones de discos etiquetados a partir de un conjunto de casi 20.000 géneros musicales únicos. ¡Vamos a explotarlos!
Desde agosto del 2008, de manera automatizada, he ido recopilando metadatos de la música que escucho, como año de publicación, género, y nombre del disco y del artista. Con los años he ido añadiendo otras fuentes: lo que escuchan algunos amigos míos en spotify, datos de trackers privados de torrents de música y desde el 2019 también de bandcamp
Nota: un disco puede encontrarse en más de una fuente, de modo que sus géneros dependen del etiquetado de cada una de ellas. En cualquier caso no hay géneros duplicados en un mismo disco.
Mi primer objetivo es responder a la pregunta del artículo pasado en base a mis propios datos, ¿cuántos géneros nuevos han surgido por año desde 1923? La consulta SQL funciona como esperado, pero devuelve algunos metadatos sospechosos, como años posteriores al actual, o géneros que no concuerdan con su año de nacimiento (por ejemplo Indie en 1937). Por fortuna son sólo unos pocos y consigo arreglarlos rápido.
Nuevos géneros por año desde 1923
Parece que la inclusión de los datos de bandcamp se ha hecho notar. Del 2018 al 2019 se duplica el número de géneros nuevos por año. Y en el 2020 vuelve a duplicarse respecto al 2019. Este incremento pudiera ser consecuencia del confinamiento. No es de extrañar que, a falta de conciertos, se haya disparado la producción casera de música publicada en la plataforma. De hecho, en ese año, hay 542.743 discos publicados, un 130% más que el año precedente.
Éste es el gráfico teniendo en cuenta únicamente publicaciones en bandcamp:
Un factor determinante, por supuesto, es que bandcamp permite a sus músicos y discográficas clasificar libremente su música, de ahí que exista una correlación entre número de discos publicados y número de nuevos géneros.
Trackers privados de torrents
Por su naturaleza los trackers privados permiten que los consumidores editen los géneros de la música compartida. A diferencia de bandcamp, por lo general los discos son publicados por los oyentes, no por los artistas. De ahí que la distribución de nuevos géneros sea más homogénea, y no dependa tanto del número de discos nuevos por año. De hecho, en este caso, el año con más producción de discos es el 2020 con 118.729 (13 géneros nuevos) y el año con más géneros nuevos (45) es 1969 con solo 3.355 discos.
Spotify
¿Y qué pasa con el servicio de streaming con más usuarios? Solo dispongo de los datos de unos 25 amigos en mi base de datos. De modo que la muestra no es representativa.
Llama la atención la explosión de nuevos géneros entre 2015 y 2019. Fue alrededor del 2015 cuando empecé a registrar la música que escuchaban estos usuarios, pero no sé hasta que punto influye este factor. Si acaso que la mayoría son oyentes proclives a escuchar música actual. También es interesante el aumento casi constante de nuevos géneros, por lo menos hasta el 2020. Con una crecimiento explosivo a partir de mediados del primer decenio de este siglo. Más sorprendente es el bajón a partir del 2020. Me pregunto quién se encarga de etiquetar la música en Spotify, es posible que sea un factor que explique en parte la tendencia.
Una cosa está clara, en el siglo pasado los estilos de música eran acuñados por periodistas, publicistas y otros profesionales de la música. Con la digitalización de la música se popularizó el etiquetado musical, cualquier persona con un ordenador podía clasificar su propia música con el nombre que quisiera y, gracias a la difusión de internet, propagarla por las redes P2P.
Los ficheros de audio digital cuentan con una cabecera de metadatados cuya información se muestra en los reproductores de música como Winamp, Foobar2000, iTunes, Clementine o Poweramp. Es verdad que cada vez menos personas almacenan música digital en sus computadoras o dispositivos móviles, sin embargo la proliferación de portales donde los usuarios pueden compartir música ha beneficiado la generación de nuevos géneros. En estos sitios los artistas y sus obras disponen de páginas dedicadas, mantenidas por un amplio colectivo de seguidores.
Por tanto, si es verdad que en la era digital cualquiera puede acuñar un nuevo género musical, no es menos cierto que cada vez son menos los usuarios que almacenan la música en sus ordenadores o dispositivos móviles. Desde finales de la primera década de este siglo, la música digital se escucha sobre todo en streaming. Con el advenimiento de Spotify y compañía, de nuevo la categorización de la música queda relegada en unas pocas manos. Según esta página existen 5000 géneros distintos en Spotify (un 25% de los usados para confeccionar este artículo). Al menos que usemos programación o páginas como everynoise no tenemos manera de saber qué género ha asignado Spotify a una canción. Por cierto, etiquetar canciones es una funcionalidad que la comunidad de Spotify viene reclamando desde hace tiempo en varias ocasiones (1, 2, 3, 4, 5) sin éxito.
Según Spotify el sello o distribuidor establece los metadatos antes de entregar la música a Spotify. Esto podría también explicar, al igual que con bandcamp, el aumento progresivo de nuevos géneros coinciendo con la inauguración de la platforma. La pregunta que cabe hacerse es de dónde consiguieron el repositorio inicial de canciones.
Ésta y otras preguntas las voy a dejar para otro artículo, o no acabaré nunca el que acabas de leer.